El Mundial de Hockey Sub 21 que se celebra en Chile, cuya gran final está agendada para el sábado 13 de diciembre en el Estadio Nacional, se ha visto envuelto en controversia tras la reprogramación de un festival de metal que coincidirá en la misma sede. Originalmente, el festival se planificó para el estadio Monumental, pero la decisión de trasladarlo a las inmediaciones de las canchas ha generado serias protestas. Entre las bandas confirmadas se encuentran nombres como Bullet for My Valentine y Limp Bizkit.
Los representantes del hockey césped expresaron su malestar en redes sociales, calificando de “insólito” que la final de un evento de tanta relevancia se juegue en condiciones tan adversas. Según sus declaraciones, la organización del Mundial juvenil estuvo en marcha durante más de un año sin prever que, a pocos días del encuentro, se autorizaría un cambio de ubicación que impactará en el desarrollo del partido. La discrepancia se centra en que los conciertos, que comienzan antes y concluyen a la medianoche, podrían generar niveles de ruido perjudiciales para la transmisión televisiva, la cual alcanzará a más de 100 países.
La comunidad hockeyística solicita a la administración del estadio que reconsidere los factores involucrados en este traslado, en especial la interferencia acústica que podría afectar no solo la calidad del encuentro, sino también la reputación internacional del hockey chileno. En sus comunicados, enfatizan que el respeto al deporte es imperativo, ya que cualquier percance en este contexto podría entorpecer la posibilidad de acoger futuros eventos de gran envergadura.
La polémica generado por esta decisión se enmarca en un llamado urgente a considerar cuidadosamente las implicancias de las actividades paralelas en instalaciones destinadas a competencias deportivas de alto nivel.
Autor: Iñigo Socías