En el circuito de Monza, Ferrari se prepara para rendir tributo a una de sus leyendas, Niki Lauda, en honor al 50° aniversario de su primer campeonato mundial obtenido en 1975 con el emblemático 312 T. Para esta ocasión, el actual monoplaza SF-25 se presentará con una tematización especial que rememora la estética de la época: un motor cover en blanco, detalles en el alerón trasero que imitan el aluminio y números con un estilo retro de los años 70. No es solo el coche el que se transforma; los pilotos Charles Leclerc y Lewis Hamilton, junto a todo el equipo, lucirán equipamientos y uniformes de corte vintage, buscando transportar a los tifosi a esa temporada histórica para la Scuderia. La elección de Monza es muy significativa, pues fue en esta pista donde Lauda aseguró el campeonato con un tercer puesto, mientras que su compañero Clay Regazzoni celebró la victoria, devolviendo a Ferrari un título largamente esperado tras 11 años. El director del equipo, Frédéric Vasseur, enfatizó que esta reimaginación estética no solo es un homenaje, sino también un intento de revitalizar la pasión del equipo y la afición en un momento crucial de la temporada. Después de los dos abandonos en Zandvoort, la esperanza de Ferrari se centra en el apoyo de sus seguidores y en el legado de Lauda para impulsar el rendimiento en la recta final del campeonato. Mientras la escudería se posiciona como escolta del líder McLaren en la lucha por el segundo lugar en la clasificación de constructores, el recuerdo y el espíritu de 1975 podrían marcar la diferencia para conseguir, además, la ansiada victoria en casa, la primera de la temporada.
Autor: Roberto Sánchez